Señora mamásapa:
Hola. ¿Se acuerda de mí? Soy yo... ELDuende. Quien encontró y crió a su hijo. Le debo confesar una verdad. Aquel nunca supo de nuestro contacto. No supo nunca que usted quiso acercarse a él. Saber cómo es. Escucharlo cantar, reir, llorar, pillar...
Lamento si está desepcionada de mí... siento haber traicionado su confianza. Todo lo que le conté en aquellas cartas preciadas, era cierto. Vivió en aquella residencia misteriosa, en un piano que tiene dueña. Todo es cierto... que canta, que baila, que le gustan las películas de Chuck Norris, que tiene amigos de todos colores y olores. Todo es cierto.... salvo por la parte en que conté que se operó las patas traseras para ser más alto y saltó tan alto que cayó encima de un tucán ciego que se chocó una palmera y lo dejó en estado de coma.
Lamento haberle mentido... es que.... yo... ¡yo lo crié! ¡no quería perderlo! ¡no quería que la termine eligiendo a usted por ser más verde y resbalosa que yo!....
Igualmente, todo eso no importa ahora. Espero que me perdone y me preste atención a lo que debo contarle: no se cómo decírselo pero.... SU HIJO FUE AFINADO.
¡Ayúdeme!
Atte.
El Duende
