martes, 25 de noviembre de 2008

CARTA IMPOSIBLE DE NO ESCRIBIR

Fuiste,

fuiste de lo mejor que tuve

fuiste de quienes me hicieron ser...

la mejor, después de la primera persona que fue.

Fuiste un mundo,

que nunca terminé de recorrer,

que nunca dejé de buscar,

que nunca dejé de encontrar.

Quien sostuvo mi alma y mi inocencia millones de veces.

Quien me confió palabras en silencio,

que no se animaban a ser secretos.

Quien me hizo reir, me hizo llorar,

me hizo cantar esperando lo inesperable.

Imaginando lo inimaginable.

Siendo quien soy,

pero sintiéndome aún mejor.

Fuiste un océano al cual abrazar,

ojos sinceros para mirar

y toda una vida de emociones de niño

que no quiere crecer...

Exploramos el mundo

desde nuestra burbuja mágica.

Vimos con nuestros colores,

cantamos nuestras canciones,

y nos encontramos,

en nuestro último y primer día... de nuestras vidas.

Vos y yo sabemos que todavía somos...

miércoles, 19 de noviembre de 2008

NOVEDADES DEL DUENDE

Ayer, la nochecita, mientras tocaba en mi piano una hermosa pero dificultosa sonata de Beethoven, lo escuché. Me susurró: "iiiijh , iiiajh". En ese instante, me di vuelta. Miré atrás del piano.... la nada. Me asomé por debajo del mueble.... nada de nada. Entonces, me dije: "por favor, esas cosas no pasan...¡siga!". Y seguí con aquellas melodías que me hicieron olvidarlo.
Mi viejo, esta mañana me contó que, de madrugada, encontró un sapo al lado del piano. Se ve que dicho animal salió de parranda y, después de unas cuantas copitas, fue a parar adentro de mi casa.
¿Habrá sido él el del susurro atípico? No conozco ningún sapo que sepa decir "iiiijh, iiiajh".

martes, 18 de noviembre de 2008

DUENDE

Un día me dijeron que en el fondo de mi casa vive un enano, junto al árbol embrujado, a un paso del cementerio de animales. Cuando éramos chicos y era de noche, se escondía, si escuchaba nuestros pasos alrededor del agua. Durante el día, se iba, para que no lo coman los perros. No se ni cómo salía, ni a dónde. En todo el perímetro había bestias feroces. Quizás era tan bajito que pasaba desapercibido. Ahora no sé qué hace. Debe andar por ahí, bastante escondido, esperando el día en que pueda jubilarse de petizo. En realidad, nadie me dijo que era enano. Salvo papá, que un día logró verlo a los pies de su cama. Le gritó “¡¿quién anda ahí?!”… creo que logró asustarlo bastante… quizás no tanto como a mamá, que todavía no se recupera. Esa es otra historia… nada pudo comprobarse. No se qué querrá de nosotros, ni con nosotros… no es un lindo lugar para vivir. Y estoy convencida de que sigue ahí atrás.

martes, 11 de noviembre de 2008

TE CREO IGUAL, PERO NO TANTO

Se me ocurren tantas cosas,
cuando te miro,
que mejor me callo
y adivino.
Te acercás de repente
y me robás el aire...
me invadís la mente,
me dejás sin nadie.
Porque te espero y te busco,
te busco y desespero,
me calmo y me asusto,
lo admito y lo niego...
me mirás de frente
y me robás la sonrisa...
me da miedo creerte
y que sea mentira,
pero te sigo buscando
y me siento viva....